Los centros comerciales en principio son lugares pensados para reunir una serie de negocios y facilitar la oferta a los clientes interesados, construyendo lugares de interacción en donde tanto el cliente y los comerciantes se vean beneficiados por el intercambio económico. Ahora bien, la idea original, era agrupar la mayor cantidad de opciones de productos y servicios en un solo espacio, para que el interesado en adquirirlos tuviera la facilidad de tener varias opciones a su disposición de forma fácil y rápida, claro está, cuando surge el concepto de los centros comerciales, todavía no teníamos a disposición los avances del internet que te permite ver todas las opciones que estás buscando desde cualquier lugar. Cuando no contábamos  con internet, para conseguir algo debías desplazarte a un almacén, luego a otro y así sucesivamente hasta conseguir los productos que estabas necesitando: implicaba una gran inversión de tiempo y esfuerzo.

Los centros comerciales vinieron a dar solución a ese problema albergando en sus grandes estructuras diversas opciones de productos y servicios necesarios para cualquier persona. Pero con el paso del tiempo, el desarrollo de la economía, la tecnología y los cambios actitudinales entre las generaciones, el concepto de los centros comerciales se ha venido transformando. Antes, representaba un sitio de visita con fines comerciales para la mera adquisición de algún bien necesario, pero hoy en día son además un centro de esparcimiento. Con la gran oferta que las personas tienen a su disposición en las redes sociales e internet, de forma fácil, económica y rápida, los centros comerciales ya no cubren esa necesidad económica de tener todos tus intereses en un solo lugar. Ahora, más bien, son espacios de esparcimiento, donde las personas de cualquier generación pueden ir a distraerse un rato y pasar un momento de calidad junto con su familia, amigos o incluso solos.

Por tanto, el concepto que hace que los centros comerciales sigan teniendo vigencia es el de una infraestructura que adicional de cumplir las expectativas  de un  centro comercial igualmente se convierta en un centro de experiencias, una especie de pub social, un lugar que le suma valor a la calidad de vida de la población circundante. Desde esta perspectiva, los intereses de los centros comerciales para mantener a flote sus ventas en los diferentes establecimientos deben estar concentrados en la experiencia del cliente, en la satisfacción que sienten al visitar sus espacios, los baños, las zonas comunes y lugares para el esparcimiento de los niños y la familia. La invitación entonces, ya no está direccionada a “ven a comprar que aquí conseguirás todo lo que necesitas” porque en internet ya podemos conseguir todo, la invitación del centro comercial debe ser “ven a nuestros espacios que aquí podrás pasar tiempo de calidad con tu familia y amigos”, lo que quiere decir, que el enfoque es llamar al entretenimiento, apelar a la interacción social, ofrecer alternativas innovadoras de pasar el tiempo y salir de la rutina, y como agregado si la estás pasando muy bien, puede ser que compres algo que necesitas. Las marcas tienen a la vez un reto y un compromiso de involucrar al comprar digital en su experiencia de compra con la visita al punto de venta, la cual les debe generar un valor agregado interesante que motive su desplazamiento. En la medida que los centros comerciales entiendan el reto, interactúen con las marcas y le proporcionen a las personas mejores lugares de entretenimiento, podrán optimizar sus probabilidades de sobrevivir en la era digital.

 

Referencias Bibliográficas

 

Vargas, L. (2019). Los Restos de los centros comerciales. Recuperado de la página web: https://www.mallyretail.com

Vargas, L. (2019). Los centros comerciales disminuyen la inversión publicitaria en 2018. Recuperado de la página web: https://www.mallyretail.com

Vargas, A. (s.f.). Industria de centros comerciales: retos y oportunidades. Recuperado de la página web: https://www.revistaempresarial.com