La educación es un derecho fundamental para los ciudadanos del mundo, tener acceso a la misma significa poder estar en conexión con un sistema de conocimiento que te permite insertarte en las estructuras sociales de trabajo, por tanto la educación, constituye la herramienta fundamental para asegurar una fuente de ingreso a corto, mediano y largo plazo. Además de asegurar la sobrevivencia financiera, también es un camino para el ascenso social, una persona de estrato humilde que se esfuerza y estudia puede conseguir cargos con alta remuneración, o puede establecer un emprendimiento productivo, logrando cambiar su realidad de cuna y transmitir un mayor bienestar financiero a sus próximas generaciones. Esto  significa que la educación constituye un motor de cambio social.

A su vez, ciudadanos más educados son más abiertos a otras culturas, tolerantes, y poseen una conciencia colectiva más fortalecida que aquellos que no han podido acceder a la educación. Por lo tanto, aquellos que están formados de la academia, tal vez, comprendan de forma más amplia la importancia del reciclaje, estén de la mano con innovaciones tecnológicas, autónomos a nivel financiero y muestren más preocupación por el otro. De esta manera la educación funciona como un sistema de inclusión social que forma comunidades responsables con ellos mismos y su entorno. Es el máximo dinamizador del progreso para los países y las regiones. Personas educadas hacen una economía más fuerte, sociedades integradas y un medio ambiente más saludable.

Ahora bien, la educación en América Latina ha representado uno de los grandes temas a atender, y aún en la actualidad, no existen mecanismos que den respuesta de forma eficiente a las necesidades de educación de la región. Aunque los índices de alfabetización se han elevado alcanzando un 94%, de los cuáles los países con mayor alfabetización son: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica y Ecuador, con tasas de alfabetización mayores al 99%, todavía hay países como El Salvador y Honduras cuya tasa se encuentra por debajo del 90%. Aunque ha habido avance con respecto a la alfabetización en los últimos años, esto no significa que existe un mecanismo para que las personas se queden en los sistemas educativos a largo plazo o puedan completar un programa de educación superior. Los índices de deserción de la educación secundaria son altos en general, sobre todo en los países de  Guatemala (52,2%), seguido de Honduras (44,7%) y México (42,3%), según datos de la Unesco.

Lo que indica que todavía hay que dedicar grandes esfuerzos para asegurar que las personas se queden en un sistema de educación secundaria que derive en el seguimiento de la educación superior. Pero para lograr esto hay que remontar una serie de problemas que afectan la cotidianidad de los desertores. Una de las más importantes es la estabilidad económica del núcleo familiar, si la familia no tiene la posibilidad de brindarle un ambiente de confort al niño estudiante, será difícil que pueda cumplir con sus obligaciones con éxito, un niño con hambre no puede estudiar, de esta forma es probable que se retire del sistema educativo para apoyar a sus padres en tareas laborales informales que le traigan los preciados alimentos a la casa.

De esta forma la pobreza constituye uno de los factores que impide la realización educativa de la población, sumado a los altos costos que puede representar para algunos tener a sus niños estudiando, ya que aunque la educación sea gratuita, tienen que hacer inversión en uniformes, materiales de estudio, libros, cuadernos, alimentación, que muchas veces no son accesibles para los padres. Además, la educación superior de calidad también representa un gran reto, para poder tener acceso a la misma en algunos países de Latinoamérica tienes que tener altas sumas de dinero, hasta recurrir a la posibilidad de endeudarte con un crédito bancario durante algunos años para poder obtener un título universitario. Estas grandes barreras económicas, acompañadas de falta de políticas públicas y poca inversión del estado en la educación, se derivan en un gran impedimento para lograr unos niveles educativos óptimos en la región.

 

Referencias Bibliográficas

 

Llorente, A. (2018). 4 cifras sobre la alfabetización en América Latina que quizá te sorprendan. Recuperado de la página web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45453102

 

García, J. y Sánchez, G. (2014). Los desafíos de la educación en América Latina. Recuperado de la página web: https://www.semana.com/educacion/articulo/los-desafios-de-la-educacion-en-america-latina/384841-3

 

Revista Semana. (2017) ¿Cómo va la educación en América Latina? Recuperado de la página web: https://www.semana.com/educacion/articulo/informe-unesco-sobre-educacion-en-america-latina/542592